MANEJO
Y CONSERVACIÓN DE SUELOS
Degradación
de suelos
La degradación del suelo es
un proceso antrópico que afecta negativamente la biofísica interna del suelo
para soportar vida en un ecosistema, incluyendo aceptar, almacenar y reciclar agua,
materia orgánica y nutrientes. Ocurre cuando el suelo pierde importantes
propiedades como consecuencia de una inadecuada utilización. Las amenazas
naturales son excluidas habitualmente como causas de la degradación del suelo.
Los
Tipos de degradación que encontramos
son:
Degradación
de la fertilidad. Es la disminución de la capacidad del suelo
para soportar vida. Se producen modificaciones en sus propiedades físicas,
químicas, fisicoquímicas y biológicas que conllevan a su deterioro.
Erosión. La
erosión es la pérdida selectiva de materiales del suelo. Por la acción del agua
o del viento los materiales de las capas superficiales van siendo arrastrados.
Si el agente es el agua se habla de erosión hídrica y para el caso del viento
se denomina erosión eólica.
Contaminación.
Por último, el suelo se puede degradar al acumularse en él sustancias a unos
niveles tales que repercuten negativamente en el comportamiento de los suelos.
En
Colombia se presenta la degradación y la desertificación en diferentes regiones
del país
De acuerdo con estudios
realizados por el IDEAM, cerca del 24% de las tierras en Colombia, son
susceptibles a la desertificación y el 0.7% de la extensión del suelo nacional
presentan procesos de desertificación. El departamento más afectado por
procesos de desertificación en el país es el de La Guajira, aunque también es
posible encontrar procesos de desertificación en sectores de la cuenca alta del
río Chicamocha, entre los departamentos de Boyacá y Santander. De otro lado las
tierras secas de los valles interandinos y los suelos de las sabanas de los
departamentos de Sucre, Córdoba y Cesar se encuentran expuestos a procesos de
degradación y desertificación en la actualidad.
Es un tanto preocupante
saber que las zonas más afectadas por estos procesos de desertificación en
Colombia corresponde a las zonas que tradicionalmente se han destinado a la
producción de alimentos, particularmente los valles interandinos, y que muchas
otras, a pesar de que no se ha llegado a la desertificación, cuentan con altas
probabilidades a sufrir procesos de degradación debido al sobrelaboreo y mal
manejo en general.
Medidas que han tomado los
gobiernos para mitigar este problema tan evidente en el mundo y en nuestro país
Colombia que no es ajeno a este problema.
En el año de 1977 se creó la
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, creada en
Kenia y que constituye el único marco legal vinculante a escala internacional
que ha sido creada para hacer frente a este problema. A partir de esta
convención se acordó que los países miembros deben establecer planes de acción
nacionales en contra de la desertificación, así como monitoreo periódicos que
deben plasmarse en informes anuales.
Para el caso de Colombia, el
programa establece seis elementos estructurantes de la implementación entre los
cuales se destacan la organización institucional, un sistema de información
para el seguimiento de la degradación y desertificación de suelos, avances en
conocimiento e investigación, socialización, sensibilización y educación sobre
monitoreo y seguimiento, entre otros.
Esta es una buena iniciativa
a nivel jurídico y político, sin embargo, dado que la desertificación es un
fenómeno acentuado y desencadenado en muchas ocasiones por malas prácticas
humanas, una estrategia efectiva para luchar en contra de la desertificación
debería estar enfocada a atacar de forma frontal la pobreza, dado que éste
fenómeno es causa y efecto de la misma.
Bibliografía:
DIDIMO ALFONSO RIOS
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